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Cada día podríamos ingerir 2 gramos de sustancias químicas tóxicas
31.05.2009

Un estudio realizado por el argentino Norberto Ovano, de la Asociación Amigos de los Parques Nacionales (AAPN), experto de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas y miembro de la Red Latinoamericana de Áreas Protegidas, concluye que cada día podríamos ingerir 2 gramos de sustancias químicas tóxicas perjudiciales para la salud

Según explica Ovando, una mayor cantidad de estas mismas sustancias sería letal, produciendo “enfermedades y, en ocasiones, malformaciones”

Fuente: www.ecoalimenta.com (30/05/09)

El experto explica en el artículo cómo nacieron este tipo de sustancias: fue en 1945, cuando se aplicó por primera vez un insecticida con ánimo de evitar las grandes plagas y los desastres ocasionados por los insectos en los cultivos. No fue hasta 20 años más tarde que animales salvajes que vivían en esos campos empezaron a morir, especialmente las aves de presa.

Esta sustancia, llamada dicloro-difenil-tricloroetano (DDT), se empezó a extender y en 1970 se encontraron rastros en la grasa de animales marinos del Ártico y de la Atlántica, “a miles de kilómetros de la fuente de origen”. La mayoría de Compuestos Orgánicos Persistentes (POP, en sus siglas en inglés) producen bioacumulación y biomagnificación, con lo que los efectos se presentan en las especies superiores en la cadena trófica, y a largo plazo.

Ovando concluye que sólo un 2% de las sustancias químicas han sido evaluadas científicamente, y señala la necesidad de que “los gobiernos firmantes de la Convención de Estocolmo se comprometan a promover las mejores técnicas disponibles y las mejores prácticas ambientales para identificar, reemplazar y prevenir tanto los COPs existentes como los que pudieran desarrollarse en un futuro”.

Los compuestos más peligrosos

La ONU ha elaborado una lista de los Contaminantes Orgánicos Persistentes más peligrosos, la utilización de los cuales propone prohibir, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Estos compuestos se incluirán en los 12 que incluye la Convención de Estocolmo.

Las lista de la ONU señala como especialmente peligrosos los insecticidas hexaclorociclohexano alfa y beta, la clordecona y los plaguicidas lindano y pentaclorobenceno, además de los químicos conocidos como hexaclorocicloxeanos HCH, que no se producen directamente sino que quedan como residuos del lindano, sustancia que ya se fabrica en muy pocos países.

Otro compuesto incluido en la lista es el perfluorooctosulfonato, empleado para proporcionar resistencia a la grasa, el aceite y el agua a materiales como productos textiles, alfombras y papel, además del éter de hexabromodifenilo, el de tetrabromodifenilo y el hexabromobifenilo, usados como pirorretardantes