FUENTE | El Mundo Digital (18/05/2009)
Autor: Cristina G. Lucio
Este virus, que habitualmente no provoca síntomas graves aunque puede desencadenar trastornos como la mononucleosis, suele permanecer latente en el organismo tras primera la infección y es capaz de resurgir cuando el sistema inmune se deteriora.
"La infección por citomegalovirus es muy común y se había asociado con las enfermedades cardiovasculares [...] Sin embargo, no se habían definido los mecanismos que intervienen en esta relación", explican los autores de este trabajo, aún preliminar, que se publica en la revista de acceso público 'PLoS Pathogens'.
Con la idea de despejar esta incógnita, estos investigadores pusieron en marcha varios análisis 'in vivo' e 'in vitro'.
Por un lado, analizaron la evolución de 48 ratones que fueron divididos en cuatro grupos. Parte de ellos fueron infectados con el virus, otros recibieron una dieta rica en colesterol y el resto recibió distintas combinaciones de estas dos medidas.
Después de seis semanas, los investigadores midieron la tensión de los animales a través de un catéter especial que introdujeron en sus carótidas.
Los resultados pusieron de manifiesto que la infección con el virus provocaba, por sí misma, un incremento significativo en los niveles de presión arterial de los ratones. Pero, además, los investigadores comprobaron que, gran parte de los ejemplares que habían sido infectados y que, además, habían seguido una dieta rica en colesterol, presentaban más placas de ateroma en las arterias que el resto.
Ni los animales que sólo fueron infectados ni los que únicamente recibieron la citada dieta presentaron esta complicación.
A través de un estudio 'in vitro', los investigadores también comprobaron que la infección era capaz de inducir la expresión de una enzima conocida como renina y una proteína llamada angiotensina, dos factores cuyo papel en la regulación de la tensión arterial era ya conocido.
RESULTADOS EN HUMANOS
Por último, estos autores quisieron averiguar si los resultados de su trabajo se replicaban también en células humanas, para lo cual utilizaron otro modelo 'in vitro' en el que las muestras fueron infectadas con un citomegalovirus que afecta exclusivamente a humanos.
Las conclusiones de este análisis fueron similares a las anteriores y los investigadores mostraron que la infección por citomegalovirus humano de las células endoteliales de los vasos inducía el aumento de la presión.
"Cuando la función inmune está disminuida o debilitada por otras enfermedades, la infección es capaz de exacerbarse en estas células endoteliales", aclara a elmundo.es Jie Lin Zhang, miembro del departamento de Enfermedades Infecciosas del Beth Israel Deaconess Medical Center (Boston, EE.UU.) y uno de los principales autores de la investigación.
Zhang, que confía en que los resultados de su trabajo se confirmen en estudios en humanos, explica que una gran parte de la población podría beneficiarse de este descubrimiento. "Entre el 60 y el 99% de la población mundial tiene una infección por citomegalovirus", remarca.
Su equipo insiste en recordar que su investigación es un primer paso para lograr que una terapia antiviral o una vacuna que pueda ayudar a parte de los hipertensos del mundo. Con todo, estos científicos reconocen que todavía queda mucho camino por recorrer antes de sacar conclusiones definitivas.