Después de cada viaje nos encontramos con:
Las aerolíneas gastan enormes cantidades de dinero en productos químicos para la desinfección de las aeronaves. En los aviones de la combinación de grupos de personas, el sistema de calefacción, el sudor y “olores” de las personas; convierten el ambiente en un paraíso, para que las bacterias y los microorganismos se multipliquen sin freno.
La aplicación del gas de OZONO en los aviones desodoriza el medio ambiente y regenera el oxígeno que resulta en un ambiente completamente limpio, libre de bacterias, microorganismos y olores.
Las unidades portátiles pueden ser utilizadas por el personal de limpieza de aviones, para desodorizar y desinfectar, fácilmente la aeronave.