Fuente: vivirmejor (16/09/2011)
La célula tiene una matriz llamada mitocondria, que es el lugar donde se fabrica la energía y que funciona de forma autónoma. Su responsabilidad es la de dar energía al resto del cuerpo así que cuando la mitocondria no funciona bien la célula empieza a funcionar mal.
Por eso una persona joven y sana no notará cambios tras aplicarse OZONO, ya que sus células están funcionando bien.
Los 50 años es una buena edad para comenzar un tratamiento con OZONO a modo de mantenimiento, de 5 o 6 sesiones al año. Cuando hablamos de una persona con patologías, necesitará un tratamiento más intenso.
La ventaja más importante del OZONO es que es un tratamiento inofensivo que no provoca efectos secundarios y cuyo único problema puede ser un problema técnico.
Indicaciones del Ozono
Las patologías donde más se indica el OZONO son aquellas que cursan con dolor. El dolor es un signo de alarma que se desencadena químicamente a través de una cascada que acaba produciéndolo.
Muchas veces, tras tanto tiempo con dolor, el cuerpo se sensibiliza y mantiene las molestias en la zona.
El OZONO actúa frenando esa cascada así que todas las patologías con un dolor crónico mejoran de gran manera con su aplicación.
En los casos de artrosis de rodilla, lo primero que hay que hacer es estudiar al paciente y realizar una valoración para ver si hay que llevar a cabo un tratamiento general o uno más localizado. Todo dependerá de la degeneración con la que llegue y de la edad de la persona.