Fuente: OSU (17 de Agosto de 2008)
Si los resultados de estos estudios en animales se confirman, podríamos estar ante una cuestión importante para la salud humana.
Sanjay Rajagopalan, director de la sección de medicina vascular en el citado centro médico, y sus colaboradores expusieron ratas a niveles de contaminantes aerotransportados que los humanos de gran parte del mundo solemos respirar en un día cualquiera, aunque considerablemente más bajos que los registrados en algunas zonas de Estados Unidos y China.
Han comprobado que la exposición durante 10 semanas al aire contaminado eleva la presión sanguínea en los individuos ya predispuestos a esa condición.
Recientes estudios en humanos sugieren que en un período de horas a días de exposición, la presión sanguínea aumenta.
Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), los contaminantes más comunes emitidos en el aire son materia particulada, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre. La contaminación del aire es comúnmente el resultado de emisiones procedentes de fábricas, centrales eléctricas, tubos de escape de automóviles y la quema de carbón, entre otras fuentes.
Qinghua Sun, uno de los autores del estudio, está trabajando en análisis de la función vascular tomados con ocasión de las Olimpiadas en Pekín. Con las normas rigurosas impuestas para asegurar una buena calidad del medio ambiente durante los juegos, la mejora en la calidad del aire de Pekín y sus alrededores está permitiendo hacer comparaciones muy útiles.
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