La chufa seca es un producto que presenta una cierta problemática, aunque tras la recolección y todavía fresca, se le aplica un buen de lavado, en el proceso de secado y almacenamiento acumula una gran cantidad de residuos que se incrustan, en las pequeñas arrugas que se producen y también en la superficie más lisa, se acumula una importante cantidad de colonias microbianas, que se “atrincheran” en la chufa y que es necesario eliminar totalmente para obtener una horchata con una buena calidad microbiológica.
Tradicionalmente se han venido utilizando distintos sistemas para este proceso de rehidratación y lavado, que han asegurado una buena calidad de producto final, pero con el inconveniente de que el período de conservación de la horchata así obtenida es muy corto.
Curiosamente y pese a la creencia generalizada, el hipoclorito tradicionalmente utilizado en la rehidratación-desinfección tiene una efectividad limitada con las colonias de microorganismos presentes y su efectividad, por tanto, no es la ideal para la realización de estas operaciones pues, como hemos comentado, su capacidad biocida es muy escasa y sus trámites para la concesión del título oficial de biocida muy cuestionados.
Esto también afecta a los tiempos de conservación pues la escasa actividad bactericida del cloro permite la persistencia de algunas colonias que al reproducirse dañan rápidamente el producto final, la horchata.
• Sabor, color y olor de la horchata totalmente naturales, sin modificar en absoluto sus propiedades. Se observa claramente un incremento en la intensidad del sabor y demás propiedades cuando se utiliza el ozono frente a cualquier otro desinfectante.
• Mucho mayor periodo de conservación que llega a alcanzar en algunos casos hasta 14 días.
• Una mejora importante en la calidad, rendimiento y seguridad de la horchata obtenida por medio de la ozonización. Un exceso de ozono no perjudicará nunca al producto al contrario de lo que sucede con todos los demás desinfectantes.
• Una importante reducción de costes y un mayor cuidado medioambiental, el ozono se genera a partir del aire y de corriente eléctrica de muy poca potencia por lo que el consumo final es muy bajo y no hay que almacenar y usar desinfectantes peligrosos.
• Además el residual del ozono es oxígeno con lo que medioambientalmente es insustituible para el cumplimiento de las normativas de calidad medioambiental (ISO 14.000) y de agricultura biológica.