Noticias consumer.es (02 de marzo de 2003)
Hasta ahora se pensaba que el OZONO, que actúa como una barrera que detiene las radiaciones ultravioletas más energéticas y dañinas, se producía exclusivamente en las capas altas de la atmósfera, cuando la radiación solar chocaba contra el oxígeno.
"Ahora hemos descubierto que los sistemas biológicos lo fabrican, y que tiene también un efecto sobre ellos", afirma Bernard Babior, uno de los autores de este descubrimiento.
Este trabajo, que se publicará en la revista científica "Proceedings of the National Academy of Sciences", explica que el ozono comienza a producirse en el sistema inmunológico humano, especialmente durante la actividad de unas células llamadas neutrófilos, y la generación de anticuerpos, por lo que resulta un mecanismo muy útil para luchar contra las infecciones.
Los anticuerpos producen el OZONO a partir de una forma de oxígeno generada previamente en los neutrófilos, por lo que ambos elementos están conectados, y el OZONO no se produce por separado en ninguno de estos elementos del sistema inmune.
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