Ozono21 (I + D + I)
1. ACCIÓN MICROBICIDA
Es quizás la propiedad más importante del OZONO y por la que más aplicaciones se le atribuyen. el concepto microbio, como es sabido, es muy amplio.
En principio, microbio es toda forma de vida que no puede ser vista por el ojo humano, y que se requiere el uso del microscopio para ser observado.
Estos seres vivos permanecen muchas veces sobre todo tipo de superficies, en todo tipo de fluidos, o bien flotan en el aire asociados a pequeñas motas de polvo, minúsculas gotas de fluido en suspensión de todo tipo de enfermedades contagiosas, especialmente en sitios cerrados donde haya gran número de personas, y el aire se renueve muy lentamente.
El control de algunos de estos microorganismos, llamados patógenos por su capacidad de provocar enfermedades contagiosas, ha sido una gran preocupación del hombre desde el momento en que fueron descubiertos.
Cientos de métodos y de sustancias químicas han sido elaborados y utilizados con este fin, proporcionando resultados en mayor o menor medida positivos e intentando disminuir la cantidad de estos patógenos, en términos como desinfección, higienización, asepsia, antisepsia.
El OZONO, debido a sus propiedades oxidantes, puede ser considerado como uno de los agentes microbicidas más rápido y eficaz que se conoce, por su acción posee un amplio espectro que engloba la eliminación de:
A) BACTERIAS (EFECTO BACTERICIDA)
B) VIRUS (EFECTO VIRULICIDA)
C) HONGOS (EFECTO FUNGICIDA)
D) ESPORAS (EFECTO ESPORICIDA)
A) EFECTO BACTERICIDA
Es bien conocido desde principios del siglo XX, donde se empezó a usar para el tratamiento de agua.
Actualmente nos servimos de él, tanto para el tratamiento de todo tipo de aguas como para tratar ambientes e incluso directamente sobre el organismo humano con fines terapéuticos.
Una de las ventajas más importantes del OZONO, con respecto a otros bactericidas es que este efecto se pone de manifiesto a bajas concentraciones (0,01 p.p.m. o menos) y durante periodos de exposición muy cortos. Incluso a concentraciones ínfimas de OZONO (del orden de 0.01 p.p.m.) es ya perfectamente observable un efecto bacteriostático.
La diferencia entre un efecto bactericida y un efecto bacteriostático es sencilla: un agente bactericida es aquél capaz de matar a las bacterias. sin embargo, un agente bacteriostático no llega a matarlas, pero si les impide reproducirse, frenando rápidamente el crecimiento de sus poblaciones.
Aunque teóricamente sean efectos muy distintos, en la práctica, una población de bacterias sin capacidad de reproducción o con capacidad disminuida para la misma, es una población condenada a su desaparición.
De hecho, agentes antimicrobianos tan importantes como algunos antibióticos basan su poder en una acción bacteriostática.
B) EFECTO VIRULICIDA
Los virus son pequeñas partículas, hoy consideradas frontera entre los seres vivos y la materia inerte, que no son capaces de vivir ni de reproducirse si no es parasitando células a las que ocasiona su destrucción.
A diferencia de las bacterias, los virus siempre son nocivos y provocan enfermedades a todo organismo al que atacan. enfermedades tan comunes como la gripe, el catarro, el sarampión, la viruela, varicela, rubéola, poliomielitis, y otras muchas son debidas a virus.
La acción viricida es observable a concentraciones de ozono inferiores a la de acción bactericida, esto es debido a que la complejidad de la envoltura vírica es inferior a la de la pared bacteriana.
A diferencia de las bacterias. La acción viricida es observable a concentraciones de ozono inferiores a la de acción bactericida. esto es debido a que la complejidad de la envoltura vírica es inferior a la de la pared bacteriana.
C) EFECTO FUNGICIDA
Existen ciertos tipos de hongos que tienen capacidad de provocar enfermedades al ser humano, otros muchos son capaces de ocasionar alteraciones en nuestros alimentos, haciéndolos inaceptables para su consumo, como es el caso, entre otros, de los mohos.
Debido a esto, resulta interesante controlar y eliminar estas formas patógenas, cuyas esporas pululan por todo tipo de ambientes.
El ozono nos ofrece la posibilidad de eliminarlas mediante su acción oxidante que provoca un daño celular irreversible.
D) EFECTO ESPORICIDA
Existen algunos hongos y bacterias que cuando las condiciones son adversas para su desarrollo, fabrican una gruesa envoltura alrededor de ellas, y paralizan su actividad metabólica, permaneciendo en estado de latencia.
Cuando las condiciones para la supervivencia vuelven a ser favorables, vuelven a su forma normal y su metabolismo recupera su actividad.
Estas formas de resistencia se conocen como esporas y son típicas de bacterias tan patógenas como las que provocan el tétanos, la gangrena gaseosa, el botulismo y el ántrax.
Este tipo de mecanismo de resistencia hace muy difícil el luchar contra ellas y tratamientos tan útiles en otros casos como las altas temperaturas y multitud de anti-microbianos, se vuelven ineficaces.
El ozono a concentraciones ligeramente superiores a las usadas para el resto de las bacterias, es capaz de acabar con la resistencia de las esporas.
Debido a esto, resulta interesante controlar y eliminar estas formas patógenas, cuyas esporas pululan por todo tipo de ambientes.
Cuando las condiciones para la supervivencia vuelven a ser favorables, vuelven a su forma normal y su metabolismo recupera su actividad.
2. ACCIÓN DE DESODORIZANTE
Es una de las propiedades mejor comprobadas, debido a su gran utilidad en todo tipo de locales de uso público y en el tratamiento de ciertos olores de origen industrial.
El ozono posee la propiedad de destruir los malos olores atacando directamente sobre la causa que los provoca, y sin añadir ningún otro olor.
Para lograr esto último resulta extremadamente necesario no exceder la concentración del ozono requerida para un determinado local, ya que si ésta se encuentra muy elevada, quedaría un residual fuerte de ozono presente en el aire y se percibiría un cierto olor.
¿Cuál es la causa de los malos olores? en sitios cerrados, de gran afluencia de público, la causa suele ser la materia orgánica en suspensión, y la acción de los distintos microorganismos sobre ella, tal es el caso del típico olor a personas, humedad, tabaco, comidas, etc....
El OZONO ataca a ambas causas. por un lado oxida la materia orgánica, además de atacarla por ozonólisis y por otro lado ataca a los microbios que se alimentan de ella.
Existe una amplia gama de olores los cuales pueden ser atacados por el ozono.
Todo depende de la naturaleza de la sustancia causante del olor. Según dicha naturaleza se podrá establecer su vulnerabilidad hacia la acción del OZONO y las dosis de éste requerida para su eliminación.
El resultado de una correcta ozonización es que en los sitios donde existan malos olores, no huele a nada.
3. ACCIÓN OXIGENO
En las grandes ciudades, donde existen gran cantidad de locales cerrados y poco ventilados, es con mucha frecuencia apreciable el enrarecimiento del aire como consecuencia de una carencia de oxígeno, la cual habitualmente identificamos como aire viciado.
El OZONO por su mayor poder oxigenante, contribuye a mejorar la eficiencia de las células de los organismos superiores en cuanto al aprovechamiento del oxígeno disponible, mediante la estimulación de varias enzimas que intervienen en estos procesos.