El sector salud es cada vez más consciente de los daños que la contaminación de los espacios interiores está generando en la SALUD HUMANA.
Además estos daños son crecientes y mucho más perjudiciales de lo que se pensaba hace unos años y supone unos grandes costes en la SALUD HUMANA.
La contaminación interior es conocida desde hace décadas, pero se ha ido agravando, y es causa de múltiples enfermedades respiratorias, cardiovasculares, cáncer, diabetes, etc.
Estudios recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indican que la contaminación del aire interior causa en el mundo más de 7 millones de muertes al año.
Paliar los efectos que la contaminación está generando en la SALUD HUMANA se consigue usando purificadores de aire.
La naturaleza de los contaminantes del interior de los edificios tenemos:
• Física: electromagnética, acústica, lumínica, energética, etc.
• Química: compuestos orgánicos e inorgánicos, etc.
• Biológica: virus, bacterias, protozoos, hongos, mohos, etc.
Se calcula que las ventas mundiales de productos químicos (excluidos los productos farmacéuticos), se duplicarán antes del 2030.
Todas estas estimaciones sugieren que la SALUD HUMANA se agravará en la misma proporción.
Algunas sustancias químicas existen de forma natural, pero también lo liberamos de forma no intencionada en actividades humanas.
Como resultado nosotros empeoramos la calidad del aire y el confort del interior en de nuestro hogar, esto afecta de forma negativa la SALUD HUMANA.
Las enfermedades respiratorias y cardiovasculares son solo algunas de las causas de la contaminación del interior del hogar.
La ONU tiene como objetivo proteger la SALUD HUMANA, generada por nuestra actividad y establecer medidas para prevenir, eliminar o minimizar los riesgos.
También encontramos en los espacios interiores contaminantes orgánicos persistentes (COP), son productos químicos que tienen cuatro características:
• son altamente tóxicos,
• muy persistentes,
• bio acumulables
y
• se desplazan con facilidad.
Los efectos son muy peligrosos para la salud, incluso a niveles muy bajos y está comprobado que puede ser causa de cáncer, problemas en el desarrollo o alteración de sistema hormonal y actúan suplantado las hormonas naturales. En exposiciones elevadas o prolongadas causa enfermedades irreversibles.
Es necesario el diagnóstico y corrección de los contaminantes que encontramos en los espacios interiores.
Centenares de especies químicas son utilizadas en el sector industrial para la producción o acabado de artículos.
Por ejemplo, los acabados textiles, algunos productos de nanotecnológica, aislantes en la construcción, los perfluoratos, etc.
Hoy más que nunca se hace indispensable, para el cuidado de nuestra salud:
conocer a través del diagnóstico la calidad del aire interior,
de cualquier tipo de espacio, ya sea vivienda, locales de trabajo, instituciones, oficinas,
y
aplicar soluciones que corrijan o minimicen este riesgo.
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