Filetes y Filetes de pega

Filetes Filetes Filetes de pegaFiletes de pega

La UE autoriza el uso de una sustancia de origen animal que actúa como adhesivo natural y une diferentes trozos de carne para convertirlos en un único filete

Los países miembros de la Unión Europea podrán comercializar y utilizar una especie de pegamento alimentario para unir en filetes de una sola pieza diversos pedazos de carne que, de otra manera, sólo podrían aprovecharse como carne picada. Así lo ha aprobado la Comisión Europea tras recibir el aval de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que ha declarado que el producto es seguro y puede considerarse como un aditivo más.

Fuente: consumer (13 de mayo de 2010)
Por MAITE PELAYO

Una proteína fibrilar llamada fibrina actúa como adhesivo y convierte diferentes trozos de carne en una pieza única en la que resulta difícil apreciar las uniones.

El consumo de esta proteína, que no aporta cualidades de color ni sabor, no perjudica la salud de las personas. En el ámbito alimentario, la fibrina interactúa con el colágeno, otra proteína fibrosa formadora del tejido conectivo animal, y “pega” los diferentes trozos de carne. En la naturaleza, tiene un importante papel en el proceso de coagulación de la sangre, ya que forma redes tridimensionales y coágulos blandos que actúan de tapón en caso de hemorragia. Se compone de hilos de proteína capaces de atrapar células sanguíneas y crear una malla que actúa como reparadora en una primera fase de la cicatrización. Se forma cuando el fibrinógeno, una proteína soluble e inactiva del plasma sanguíneo, reacciona con la trombina.

Aprovechar restos de carne

Los sobrantes de carne de la industria cárnica podrían convertirse en filetes de peso, forma y tamaño similar

Esta sustancia es capaz de mantener unidos trozos de carne procedentes de distintas especies animales (carne de pollo, ternera, cerdo e, incluso, langosta).

Sus inventores la consideran una ventaja para el consumidor, aunque la principal beneficiaria es la empresa cárnica, obligada a destinar los restos de piezas, en ocasiones de buena calidad, a su uso como carne picada.

Con la fibrina, estos sobrantes podrían convertirse en filetes, con el consiguiente incremento económico de los beneficios. Por otro lado, se subraya que una industria cada vez más automatizada dirigida a un mercado de consumo muy estandarizado demanda piezas de igual peso, forma y tamaño, que pueden obtenerse de esta manera. Sus responsables, además, manifiestan que este producto amplía las posibilidades creativas de los cocineros, que pueden utilizarlo para crear piezas nuevas.

Del mismo modo, sería posible componer filetes híbridos a partir de los distintos trozos de carne, como un filete de cerdo y pollo, por lo que el desarrollo de nuevas texturas y sabores está garantizado. Según expresan sus fabricantes, “se abre una nueva línea de trabajo” para el sector minorista, cadenas de restaurantes, distribuidores de alimentos y sector cárnico, que pueden ofertar nuevos productos a precios competitivos, sin que disminuya el sabor o la calidad, con piezas de carne muy sabrosas y jugosas.

Por si fuera poco, el producto puede congelarse sin ningún efecto, pero los reparos del consumidor se enfocan hacia otro punto. Se advierte de que un sistema de estas características podría convertirse en una potente herramienta de fraude en la industria alimentaria.

Filetes Filetes Filetes de pegaCondiciones específicas

Para su uso industrial, se recoge el plasma vacuno o porcino del que se extraen el fibrinógeno y la trombina, cuya reacción forma la fibrina. Sus inventores hacen especial hincapié en que es un producto natural, una patente holandesa procedente de un organismo público que se utiliza en este país y en Estados Unidos desde hace 15 años.

En 2005, la EFSA ya falló a favor de este producto y determinó que su uso no entrañaba riesgos desde el punto de vista de la seguridad alimentaria. Sin embargo, no todos los países comunitarios están de acuerdo. Suecia se opone a su autorización porque lo considera una “traición al consumidor”.

De todos modos, la etiqueta de los cárnicos fabricados con esta sustancia deberá especificar de forma obligatoria que la carne se ha unido con este producto para que, en todo momento, se identifique su condición y el consumidor decida si acepta este nuevo pegamento cárnico y sus derivados.

Transglutaminasa

En España, algunas empresas del sector se han interesado en el producto y han comenzado a probarlo con la intención de usarlo en sus líneas de producción. No es la primera vez que se experimenta con una sustancia de estas características.

Un centro de investigación de productos cárnicos ubicado en Galicia ya había centrado su interés en esta sustancia y en la transglutaminasa, otra enzima de propiedades adhesivas similares que no se considera un aditivo. Esta sustancia puede actuar sobre las proteínas, tanto animales como vegetales, y potenciar su unión hasta formar estructuras muy resistentes. Aunque en un principio procedía de tejidos u órganos, su aplicación en alimentos estaba limitada por la escasa cantidad que se obtenía y por su menor calidad. Su elaboración biotecnológica mediante cultivo de un microorganismo (“St. Mobaraense”) ha permitido la producción industrial.

SCP PARA ALIMENTACIÓN ANIMAL

Obtener un kilo de carne de calidad resulta caro, tanto desde el punto de vista económico como ecológico, de ahí que se hayan buscado numerosas soluciones para conseguir carne de una manera más fácil y económica.

Con la revolución biotecnológica nació el concepto “single cell protein” (SCP, proteínas monocelulares), una manera barata de obtener suministro proteínico de uso alimentario.

El fundamento era sencillo y muy sostenible: se utilizaban los residuos de industrias como la papelera, efluentes ricos en celulosa -contaminantes del medio-, como sustrato de crecimiento de microorganismos, en general levaduras, capaces de utilizarlos como alimento para crecer y multiplicarse en un birreactor.

El efluente quedaba libre de contaminante, mientras que la biomasa obtenida se trataba para conseguir una especie de masa proteica a la que podían luego agregarse saborizantes o colorantes, entre otros, para elaborar una especie de “hamburguesa SCP”. En un principio, se consideró la solución a la escasez de proteínas para lograr un alimento rico en este nutriente y a un precio muy económico, pero el resultado chocó de frente con el recelo del consumidor, por lo que sus promotores dirigieron sus esfuerzos a la alimentación animal.

La Eurocámara rechaza el pegamento que forma filetes a base de trozos de carne

La Comisión europea había propuesto autorizar la trombina

El Parlamento Europeo ha bloqueado este miércoles la autorización, como aditivo alimentario, de la trombina que sella trozos de carne. Los diputados subrayan que esta enzima natural, procedente de vacas y cerdos, puede inducir a error al consumidor porque ofrece distintas piezas de carne como un único producto cárnico.

La Comisión europea había propuesto añadir la trombina a la lista de aditivos alimentarios autorizados dentro de la UE. El pleno de la Eurocámara ha decidido bloquear la propuesta, tal y como había recomendado la Comisión de Medio Ambiente, por 370 votos a favor, 262 votos en contra y 32 abstenciones. Se necesitaba una mayoría de 369 votos para frenar la iniciativa de la CE.

En una intervención ante el pleno, el presidente de la comisión de Medio Ambiente, Jo Leinen (S&D, Alemania) dijo que “los consumidores europeos deben estar seguros de que compran un verdadero filete o un trozo de jamón, y no trozos de carne pegados”. Sin embargo, la eurodiputada española Pilar Ayuso (PPE) aseguró que el compuesto ha sido declarado seguro y ya se utiliza en algunos Estados miembros.

El uso de aditivos alimentarios está regulado a escala europea y la legislación establece que éstos solo pueden utilizarse cuando no inducen a error al usuario final y su consumo es beneficioso. La propuesta de la Comisión buscaba pasar a considerar la trombina como aditivo, obligando por tanto que su uso estuviese sujeto a la regulación europea. En la actualidad, los Estados miembros pueden autorizar a nivel nacional el uso de trombina, ya que está considerado como un elemento activador.

La propuesta de la Comisión exigía autorizar el uso de dicha enzima siempre y cuando se especificase que se trata de carne mezclada. Además, prohibía servir en restaurantes productos cárnicos con este compuesto. No obstante, los eurodiputados consideran que esta propuesta “no puede evitar en la práctica la utilización de dichos productos cárnicos en este tipo de establecimientos”.

El PE también muestra su preocupación ante el elevado “riesgo de infección por bacterias patógenas” en productos manipulados con trombina. La manipulación en frío sin añadir sal y sin calentamiento posterior “aumenta de forma significativa la superficie susceptible de infección por bacterias patógenas” y, por tanto, impide que pueda garantizarse la seguridad del producto final.

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