Recuerda que son una de las causas más frecuentes de hospitalización pediátrica y que ocasionan un gran número de consultas
Fuente: consumer (25 de diciembre 2009)
Los menús infantiles deben incrementar durante el invierno las raciones de verduras y frutas, sobre todo cítricos, para ayudara a evitar las infecciones respiratorias virales, como constipados, catarros y gripe, o enfermedades más graves, como la neumonía y la bronco-neumonía. Es una recomendación de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que insiste en la importancia de la prevención.
Las infecciones respiratorias agudas son una de las causas más frecuentes de hospitalización pediátrica y ocasionan un gran número de consultas, tanto en urgencias como en atención primaria, argumentó la neumóloga pediatra Amparo Escribano. Más de 200 virus diferentes pueden afectar al ser humano. Entre estos virus se encuentran el virus respiratorio sincitial, que afecta a un 85% de los niños antes de los dos años y provoca, a esta edad, más de la mitad de las hospitalizaciones por bronquiolitis”, explicó Escribano.
También son frecuentes entre los niños las infecciones por el virus parainfluenza, responsable, entre otras, de la mayor parte de las laringitis en niños menores de cinco años; o el adenovirus, que produce hasta un 10% de las infecciones respiratorias en los más pequeños. Además, el virus de la gripe y otros descritos en fechas más recientes, como rinovirus, bocavirus o metaneumovirus, pueden causar tanto infecciones agudas como patología respiratoria recidivante e incluso relacionarse con el desarrollo posterior de asma, según la SEPAR.
Por todo ello, “es muy importante consumir frutas y verduras ricas en vitaminas A y C como la naranja o la mandarina para reforzar el organismo”, apuntó la doctora Escribano.
También se aconseja el lavado frecuente de manos y evitar el uso de elementos comunes como juguetes, vasos, platos y otros utensilios de comida, además de lavarlos y desinfectarlos cuando corresponda.
La SEPAR también aconseja evitar recintos cerrados y muy concurridos; una temperatura muy alta de la calefacción, ya que reseca el ambiente y las vías respiratorias; y ventilar de forma frecuente los espacios donde permanece el niño para evitar infecciones respiratorias. La sociedad recomienda abrigar a los niños para evitar la exposición brusca al frío, así como mantener la casa templada para dejar que el organismo utilice sus propios mecanismos reguladores de adaptación al frío.
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