Un grupo de científicos ha logrado crear un envoltorio con una película protectora de Nanotubos de arcilla y aceite esencial antibacteriano
Fuente: EFE / 20minutos.es
En EEUU se estima que entre el 30 y 40% de los alimentos que produce el país se estropean y se pierden, así que hay que hacer embalajes capaces de alargar su vida, es un reto que parece que los NANOTUBOS pueden conseguir.
Nanotubos para conservar los alimentos
Un grupo de científicos ha logrado crear un envoltorio con una película protectora de nanotubos de arcilla y aceite esencial antibacteriano.
Con este nuevo film, que aún necesita de más pruebas, sobre todo de toxicidad, los investigadores consiguieron que tomates, plátanos y pollo se conservaran mejor, logrando “dos objetivos en uno”: la prevención del exceso de maduración y del crecimiento bacteriano.
Los responsables de este plástico para alimentos frescos son científicos de la Universidad Sabanci de Turquía y su descripción y peculiaridades se presentaron hoy en el congreso de la Sociedad Americana de Química -el número 254-, que estos días se celebra en Washington con la exposición de más de 9.000 investigaciones.
Desde la antigüedad se han buscado métodos para preservar frutas, verduras o carnes, desde los tradicionales con salazón o fermentación hasta los más modernos como los enlatados, congelación o envoltura en películas plásticas, ahora los envases capaces de “interactuar” con los alimentos pueden contribuir a su seguridad y prevenir los daños económicos causados por la pérdida de comida.
Aunque las empresas ya pueden fabricar envases que impiden que frutas y hortalizas se sequen, la incorporación de propiedades adicionales en estas películas de plástico “es un desafío”, señaló en una nota de la Sociedad Americana de Química Hayriye Ünal.
Y es que entre los retos está reducir la contaminación bacteriana, la permeabilidad del oxígeno y el vapor de agua y la acumulación de etileno alrededor de los alimentos envasados.
Para construir su film, los investigadores empezaron con una película de polietileno, a la que incorporaron nanotubos de arcilla con pequeños cilindros huecos para recoger el etileno, absorbiéndolo, y proporcionando así una barrera contra este gas: evitan que el oxígeno entre y que el vapor de agua y otros gases escapen.
Los nanotubos los cargaron además con un aceite esencial antibacteriano que se encuentra en el tomillo y el con el que recubrieron esas pequeñas estructuras tubulares en la parte interna del film para matar a los microbios. Así, los científicos envolvieron tomates, plátanos y pollo en la nueva película protectora y los compararon con otros alimentos envueltos en polietileno simple.
Diez días después los tomates con el nuevo film estaban mejor conservados; los plátanos, tras seis días, permanecieron “más firmes y mantuvieron su brillante color amarillo”, y el pollo refrigerado durante 24 horas mostró un crecimiento bacteriano significativamente menor que otros.